lunes, 19 de marzo de 2012

Mi primer café: Un 'manchao'

Sueños rotos, así podríamos definir la situación de miles de jóvenes que han visto truncados sus sueños y todas sus posibilidades de emprender un nuevo camino solos, sin la mano de sus padres.

Aún recuerdo la primera vez que tomé café, un manchado templado en la puerta de la Facultad de Comunicación mientras soñaba con algunas compañeras y con nuestro futuro. Columnista de El País, presentadora de los informativos de Telecinco, guionista del Sálvame, locutora de radio….esto eran los sueños de unas adolescentes que recién empezaban la carrera. Sueños que no recuerdo si deseábamos cumplir o realmente sabíamos que estábamos soñando y que probablemente montar una mercería sería nuestro futuro.

Con mis 24 años, titulada en periodismo y haciendo un master “con muy buena pinta”, tengo las mismas posibilidades que hace siete años cuando empecé la carrera: ninguna. Desde que me sumergí en el mundo del periodismo, mi curiosidad y mis necesidades informativas comenzaron a crecer sin límites; de unas prácticas a otras, de un trabajo a otro, un sin fin de actividades que hacían crecer mi ilusión por llegar lejos en “el mundillo” una vez que finalizase mis estudios. Hoy, echando la vista atrás percibo cinco veranos de mi vida en los que aprendí y conocí a gente muy interesante pero que hoy solo sirve para rellenar un folio repartido por mil empresas.

Impotencia, decepción, odio, rechazo, son algunas de las sensaciones que tenemos a diario cuando vemos que no hay ninguna solución viable para que nosotros tengamos una oportunidad ‘indefinida’, un ‘trabajo digno’ y para que podamos demostrar todo lo que sabemos y lo que valemos. Hasta ahora solo podemos conformarnos con unas prácticas (que tenemos que agradecer) y en las que apenas ganamos cuatrocientos euros o cualquier curso que siga ampliando nuestro currículum pero que apenas nos abren puertas.

¿Culpables? Pues aparentemente nadie tiene la culpa de que probablemente acabemos siendo una ‘generación perdida’, pero ¿quién tiene la solución? Es otra pregunta sin aparente respuesta.

1 comentario: