Sin techo de cristal

Cada vez más las mujeres subimos escalafones y rozamos el poder. Es una forma de hablar, pero sí es cierto que el papel de la mujer dentro del mundo laboral cada día cobra más importancia. Es el caso de Cristina Manresa que se ha convertido en la primera mujer que alcanza la máxima graduación en el cuerpo de los Mossos d'Esquadra. Con 41 años, esta mujer ocupa el rango de comisaria de la policía autonómica catalana y dirigirá una región del área metropolitana, en el sur de Barcelona.
Siempre ha sido el hombre el que ha salido en busca de trabajo y el que ha trabajado, mientras que las mujeres se encargaban de la casa y del cuidado de los hijos. Desde mediados del siglo XX, tras la Segunda Guerra Mundial, se empezó a dar en Europa y en el resto del mundo una recuperación social y económica que dió a conocer nuevas formas de organización de las sociedades modernas. La concesión de derechos políticos y sociales a las mujeres, el acceso pleno a la ciudadanía o el fin de muchos límites para ellas, son algunos de los cambios que se desarrollaron en todo el mundo.
Desde los años 70 el proceso de incorporación de la mujer al mundo laboral se ha producido de una forma acelerada. No en todos los sectores se ha dado de una forma igualada, según algunas investigaciones, tres cuartas partes de las mujeres activas se dedican al sector servicios, dándole una menor importancia al sector de la agricultura.Tampoco se ha dado de una forma equitativa en todos los países. Son los países desarrollados donde se ha dado de forma efectiva la incorporación de la mujer al mundo laboral.
Atrás dejamos los plumeros, las fregonas y el cambiar pañales “en cierto modo”. Muchas son las mujeres que se han labrado un futuro profesional por encima de los hombres. Este asunto perjudica, según muchos empresarios, a la vida de una empresa. Me refiero a las bajas por maternidad, los períodos de lactancia, etc. son etapas de la vida de cualquier mujer y que no tienen por qué afectar a la empresa.